miércoles, 14 de mayo de 2014

Y LAS RAZAS PRIMITIVAS", por libro das Festas do Monte de 1949 libro Festas do Monte, 1949

Al lado N. E. del Monte de Santa Tecla se eleva en suave pendiente, y hacia la mitad de su altura una vieja ciudad abandonada.

            El descubrimiento fue casual al hacer la carretera de circunvalación al monte. El hallazgo despertó gran interés en investigadores y estudiosos; los trabajos de excavación se hicieron con detenimiento y precisión, siendo en todos ellos activo colaborador la entidad “Pro-Monte”, creada para el incremento de los valores estéticos e históricos de dicho Monte. En un Museo ha reunido los restos hallados en la citania, que pone a disposición del investigador. Gracias a la actividad de esta sociedad hoy es perfectamente estudiado y conocido el hallazgo de Santa Tecla, que captó la atención de los peritos en la materia durante largo tiempo. El Sr. Mergelina ha hecho un trabajo maravilloso, en, el que comprendía todo lo referente a sus excavaciones en la citania del Monte Tecla. Indudablemente la existencia de una población primitiva poseyendo una cultura amplia, perfectamente desenvuelta y muy rica en manifestaciones varias, importada por el pueblo celta que irrumpe definitivamente en la Península a finales de la primera Edad del Hierro. Los textos de Hesiodo (s. VII) y Avieno (s. VI) así como los mismos restos de la citania, el puñal de antenas típico de la civilización hallstática, correspondiente a finales del II período, comprueban el hecho.

            El “Periplo” de Avieno, que solo conocemos a través de autores posteriores, habla de una invasión de “saefes” en Galicia se sobrepusieron a la antigua población; oestrymnios. Estos saefes del N. O., habitantes de los castros, no pueden ser otros sino los celtas.

            En el Tecla se sigue esta superposición sin lugar a dudas; las hojas de bronce halladas son vestigios del grupo indígena. Los saefes fundarían una gran ciudad de cultura hallstática pero desarrollada de una manera anacrónica, en realidad contemporánea a la innovación centro-europea de la Tene. Galicia quedaba alejada del Rhin y al margen de toda evolución, de ahí la prexistencia  de la cultura hallstática hasta la romanización de los castros.


                                                                                  M.ª Victoria Vaamonde Mallo

Publicado no libro das Festas do Monte de 1949

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