sábado, 26 de octubre de 2013

HISTORIA DE LA GUARDIA, REBELDÍAS CONTRA EL SEÑORÍO

REBELDÍAS CONTRA EL SEÑORÍO

No tardaron mucho los vecinos de La Guardia en desear sacudirse el dominio episcopal, o por lo menos en intentar su rebeldía contra el pago de los mil maravedís a que entonces estaba estipulada la renta a dicho señorío jurisdiccional.

En el año de 1404, después de venir durante varios años con discusiones y altercados, se negó el Concejo de La Guardia con toda su jurisdicción al pago de este vasallaje, por lo cual el Cabildo y su Prelado se vieron precisados a entablar querella ante las justicias del Antiguo Reino de Galicia. Las largas que el asunto alcanzó y los mútuos recelos de que las sentencias no fuesen muy equitativas, hiciéronles llevar la causa al Tribunal de la Corte de los Reyes  de Castilla para su resolución y sentencia. Si en la antigua capital gallega fue pesada la tramitación del expediente, tampoco se vió la diligencia en el Tribunal Real, por lo que, cansados y movidos unos y otros por el consejo de buenos amigos, acordaron prescindir del proceso litigioso y resolver por avenencia una cuestión que ya había ocasionado largos dispendios a unos y a otros.

Reuniéronse para ello los comisionados del distrito de La Guardia y del Cabildo en el atrio de la antigua iglesia parroquial bajo el pórtico romano-bizantino del templo de Santa María, y constituyéndose en tribunal el día 21 de noviembre de mil cuatrocientos y nueve, revisaron detenidamente los documentos y razones alegadas por unos y otros, actuando como presidente de aquella asamblea el que a la sazón lo era Gonzalo Ramirez e juiz ordinario de esta villa y su alfoz. Alegaron los delegados del Obispo y Cabildo la Real Cédula de donación del monarca D. Enrique, por la cual el pueblo de La Guardia debía pagar los mil maravedíes de moneda vieja con otros servicios, derechos y tributos acostumbrados en tiempos de paz, por lo cual el Cabildo estaba en cambio obligado a la celebración de ciertos aniversarios cada año. Los de La Guardia, ante estas manifestaciones, nada tuvieron que alegar y así confesaron y reconocieron aquel derecho y se obligaron a pagar la renta vencida y sin pagar, de los cuatro años que había durado el pleito y para lo futuro los mismos mil maravedís que hasta 1404 venían satisfaciendo. Para evitar el pago de toda la cantidad en un solo plazo, acordaron unos y otros hacerlo en dos plazos, el primero en el día primero del año y el segundo en el día de la fiesta de Pascua de Resurrección. En cuanto a las cantidades atrasadas, correspondientes a los cinco años pendientes de pago, se estipuló que se  habían de pagar en dos plazos, el primero, de 2500 maravedís en el año siguiente de 1410, y el segundo por igual cantidad, por todo el año de 1411. Eran a la sazón párrocos  de La Guardia Alfonso Yánez, sin cura, y Juan de Marca, con cura.


Véase este pleito en el Apéndice V tal como lo hemos transcrito del Tumbo Becerro del Archivo de la S. I. Catedral de Tuy.

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